Se ha hablado mucho sobre si la leche es necesaria para la salud de los huesos. Los detractores de la leche aseguran que los productos lácteos son tan innecesarios como peligrosos para la salud, pero la leche y los lácteos, ¿son un mito creado?
Vas a descubrir, de una vez por todas y con información científica, si es un mito o una verdad que la leche sea saludable.


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¿Es perjudicial o saludable tomar leche?
El asunto de la leche genera mucha controversia. Se han hecho innumerables campañas de publicidad que hablan de los indudables beneficios de la leche. Pero ¿es tan saludable la leche como nos la han querido vender? ¿Son tan saludables los lácteos?
La publicidad nos recuerda constantemente que la leche y los lácteos son no solo muy nutritivos, sino que, además, suponen una gran fuente de calcio fundamental para mantener unos huesos sanos y fuertes.
Este es el argumento por el que la recomiendan tanto para alimentar a niños en edad de crecimiento, a adolescentes, a mujeres menopáusicas, a personas con lesiones en los huesos, a adultos y a ancianos.
Afirman que hay que consumir un determinado número de lácteos al día para prevenir la osteoporosis. Pero ¿qué hay de cierto en que la leche sea beneficiosa para los huesos? ¿Aporta la leche algún beneficio realmente o es un fraude más de la industria alimentaria?
Si quieres saber por qué la leche no es tan buena como la han pintado, sigue leyendo este artículo. Quien salva una vida, salva a la Humanidad…
Tipos de lácteos
Para saber si la leche y los lácteos son beneficiosos para la salud, debemos enumerar los tipos de lácteos y sus derivados y entender el proceso de elaboración que sufre la leche hasta llegar a nuestra mesa.
Existen 3 grupos principales de lácteos:
- Leche
- Leche entera
- Leche semi-desnatada
- Leche desnatada o descremada
- Leche evaporada
- Leches enriquecidas
- Leche condensada
- Leche en polvo
- Leche sin lactosa
- Derivados fermentados de la leche
- Yogur
- Leche fermentada
- Kéfir
- Queso
- Derivados no fermentados de la leche
- Nata
- Mantequilla
- Postres lácteos como flanes y natillas
Como vemos, existen tres bloques de tipos de lácteos: la leche; los derivados fermentados de la leche; y los derivados no fermentados de la leche.
Cuanto más fermentado esté el lácteo, menos lactosa contendrá pues las bacterias necesitan consumirla para producir energía. Por ejemplo, un queso de vaca curado tendría, por tanto, menos impacto en la intolerancia a la lactosa.
Pero también existe la intolerancia a la caseína. Este tipo de intolerancia representa una peor respuesta inmunitaria y una mayor inflamación que la intolerancia a la lactosa.
Resulta que la leche de vaca posee un tipo de caseína llamada A1, que es mucho más inflamatoria que la caseína proveniente de la leche de cabra, que es de tipo A2. Por lo tanto, los lácteos a base de leche de cabra generarían menor inflamación en caso de una intolerancia a la caseína.
También existe otro tipo de intolerancia provocada por el moho y por las micotoxinas que contienen determinados lácteos fermentados. Es común encontrar toxinas por culpa del moho en muchos quesos.
Estas toxinas causan alergias respiratorias, dificultad para respirar y asma. No se deberían consumir en absoluto productos que aporten estas toxinas.


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La lactancia y el consumo de leche
La leche materna es un alimento muy beneficioso y necesario para nutrir a las crías en época de lactancia. El consumo de leche durante el periodo de lactancia es fundamental para el desarrollo del lactante.
La leche materna está producida por el cuerpo de las hembras de cada especie de mamíferos naturalmente para alimentar las crías de cada especie. Por tanto, cada especie cuenta con su propia leche particular dotada de los nutrientes necesarios para el desarrollo de las crías de esa especie en particular.
Así pues, la leche de nuestra especie contiene los nutrientes necesarios para el desarrollo del bebé y para el desarrollo de su sistema nervioso cognitivo.
La leche materna exclusiva de nuestra especie es la mejor para nosotros en nuestro periodo de lactancia y mejora nuestro sistema cognitivo, según cuenta este estudio científico: Nutrients or nursing? Understanding how breast milk feeding affects child cognition.


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¿Es malo tomar leche de otras especies?
La naturaleza ha fabricado la leche de cada especie para alimentar a las crías de esa especie. El tipo de leche que el humano debe tomar es la leche de su especie, es decir, la leche materna.
¿Es malo tomar leche materna de otras especies? Sí, de hecho, tomar leche de otra especie es perjudicial por 2 motivos:
- No es la leche específica de su especie. Cada especie tiene naturalmente su propia leche diseñada para alimentar las crías durante su desarrollo. Cuando la cría está en la edad adulta pasa a tomar otros alimentos y abandona la leche. Así pasa también con el Ser Humano.
- Es antinatural seguir tomando leche después del periodo de lactancia y en la edad adulta y durante toda la vida, ya que tomar leche materna tiene sentido solo en los dos primeros años de vida. Es peor aún si la leche que se toma es la de otra especie.
La naturaleza ha diseñado cada especie de manera distinta y lo mismo pasa con su leche materna.
Cuando los mamíferos se van desarrollando, van poco a poco dejando de producir la enzima lactasa, que es la que se encarga de romper la lactosa para que se pueda digerir. En el Ser Humano ocurre lo mismo.
La leche de otro animal no es nuestro alimento. Es alimento para las crías de la especie de ese animal y solo durante el periodo de lactancia de ese animal.
A los niños se les está dando leche y cereales procesados y azucarados, agravando así los riesgos para su salud.


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¿Es necesario consumir leche?
La publicidad nos ha vendido que es indispensable consumir leche, sin embargo, no se trata de un alimento indispensable ni nutritivo.
Mucho marketing y campañas publicitarias han creado el pensamiento colectivo de que beber leche es necesario. Se ha logrado convencer al público de que existen alimentos que son indispensables como la leche (hay que consumir 1 lácteo al día) o la fruta (hay que comer 5 piezas de fruta al día).
Sin embargo, en el periodo de lactancia, el intestino del ser humano está preparado para absorber la lactosa de la leche pues produce una enzima denominada lactasa.
La leche se digiere bien en los dos a tres primeros años de vida gracias a esta enzima. Pero, superado el periodo de lactancia indicado, genéticamente ya no tiene justificación seguir tomando leche materna. Esto ocurre en todas las especies de mamíferos, incluido el Ser Humano.
En las primeras etapas de vida, la leche se toma para el desarrollo de las crías pero, luego, se va perdiendo la capacidad de absorción de la lactosa. Nuestra propia genética hará que podamos o no tolerar la lactosa hasta cierto punto más adelante.
Pero, al dejar de consumir leche materna, el intestino deja de producir la enzima lactasa ya que entiende que ya no le va a hacer falta pues el bebé ya puede alimentarse con otros alimentos.
De tal manera que, cuando se vuelve a consumir leche después del periodo de lactancia, la lactosa queda intacta en el intestino sin poderse digerir, lo que genera inflamación porque la lactosa ahora se considera un elemento extraño.


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¿Por qué algunas personas toleran la lactosa?
Algunas personas son intolerantes a la lactosa, en cambio, otras parecen tolerar la lactosa… ¿Qué hay de cierto en que la lactosa sea perjudicial para la salud?
A algunas personas el consumo de la lactosa les crea problemas digestivos como sensación de pesadez de estómago, gases, inflamación abdominal, mareos o diarrea.
Sin embargo, otras personas toleran mejor la lactosa porque genéticamente su organismo se ha adaptado mejor al consumo de ella.
Las personas tolerantes a la lactosa tienen antepasados que proceden de pueblos en los que la ganadería se introdujo hace mucho tiempo, de manera que se han acabado adaptando genéticamente al consumo de leche.
Entonces, si existen personas que no toleran la lactosa y personas que parece que no les sienta mal este componente de la leche, ¿cómo saber si soy intolerante a la lactosa?


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Síntomas de intolerancia a la lactosa
Si quieres saber si sufres de intolerancia a la lactosa, revisa los siguientes 5 síntomas que son los signos de que estás siendo intolerante a la lactosa:
- Mucosidad
- Hinchazón abdominal
- Sentir pesadez de estómago
- Gases
- Diarrea
Si cada vez que tomas leche, experimentas estos síntomas, estás sufriendo de intolerancia a la lactosa. No obstante, que no padezcas de estos síntomas no quiere decir que la lactosa no esté dañando tu salud.


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¿Es mejor la leche desnatada o la leche entera?
Mucha gente se pregunta qué tipo de leche es más sana, ¿la entera, la semi-desnatada o la light? El control del peso y los problemas de sobrepeso han supuesto un factor determinante para la aparición de estas variantes de la leche, pero ¿cuál es el mejor tipo de leche para consumir?
Los problemas de peso y de obesidad en la población son la causa para hacer que se cree la falsa idea de que la grasa es lo que engorda.
Hoy en día, tras numerosos estudios científicos, se sabe que el consumo de grasa no es lo que engorda y tampoco está relacionado con problemas del corazón.
A decir verdad, es el consumo de carbohidratos refinados en exceso y de alimentos con índice glucémico alto los que engordan pues provocan picos de insulina.
La publicidad ha convencido al público de que la grasa es mala para la salud, pero las nuevas evidencias científicas demuestran lo contrario. El marketing ha hecho que los productos light se vuelvan muy populares.
Es más, se ha evidenciado que el consumo de grasa no engorda, no está relacionado con problemas cardiovasculares ni tampoco con hipercolesterolemia, según revisiones científicas.
Más aún, se ha demostrado que La sustitución de grasas saturadas en la dieta por carbohidratos, especialmente azúcares, ha resultado en un aumento de la obesidad y sus complicaciones de salud asociadas.
Así también han pasado esta idea al consumo de leche. Se ha creado la idea de que la leche entera es perjudicial debido a su contenido en grasa y se insta a consumirla semi-desnatada o desnatada.


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¿Por qué no es bueno consumir leche sin grasa?
A la leche desnatada y semi-desnatada se les quita la grasa pues se piensa falsamente que la leche light es mejor que la leche entera, pero las evidencias científicas y los hechos demuestran lo contrario.
La leche se presenta en la naturaleza con todos sus componentes para que pueda ser absorbida por la cría en desarrollo.
Si se elimina parte de los componentes de la leche, como la grasa (además, es la parte más nutritiva de la leche), se absorberá peor y ya no se asimilarán, por ejemplo, sus vitaminas liposolubles.
Los lácteos desnatados prácticamente no contienen vitamina D (vitamina liposoluble) por haberse eliminado gran parte de la grasa de la leche. Hay mejores alimentos para conseguir esta vitamina como, por ejemplo, el hígado, los huevos o el salmón.


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¿Leche con lactosa o sin lactosa?
Debido a las molestias digestivas que gran parte de la población mundial sufre a consecuencia de la lactosa, para seguir promocionando la leche como un estupendo alimento y, de esta manera continuar vendiéndolo, la industria de lácteos ha ideado la leche sin lactosa.
Sin embargo, un preparado lácteo que se anuncie como leche deslactosada es un engaño. No es más que una artimaña publicitaria. Además, la leche deslactosada puede predisponer a la diabetes.
La leche deslactosada no es beneficiosa en absoluto pues se le añade la enzima lactasa, la cual rompe la lactosa haciendo que esta azúcar se absorba todavía más rápidamente.
Además, para conservar el sabor, deben añadirle glucosa, con todas las consecuencias de picos de insulina y producción de grasa corporal que eso conlleva.
En realidad, la leche sigue conteniendo lactosa, lo que sucede es que le han añadido lactasa para descomponerla en sus azúcares. Por este motivo, este tipo de leche sin lactosa tiene un sabor más dulce pues la enzima descompone la lactosa para que pueda ser digerida.
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4 daños de la lactosa
- Es causante de intolerancia en algunas personas.
- Provoca problemas digestivos. La lactosa permanece en el intestino sin digerir, se acidifica y se convierte en ácido láctico que vuelve ácido el ambiente interno del colon y lo predispone a tumores.
- Produce picos de insulina , por lo que genera problemas de sobrepeso y de obesidad.
- Sube los niveles de azúcar y esto es malo para el control de la diabetes.


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El calcio de los lácteos
La leche también se ha promocionado como una excelente fuente de calcio ideal para prevenir la osteoporosis, sin embargo, la realidad muestra una verdad más siniestra…
La leche no es necesaria como fuente de calcio. Hay mejores fuentes de este mineral como las semillas, los vegetales o la espirulina.
El calcio de la leche no puede ser absorbido más que en un pequeño porcentaje por el cuerpo, por lo que el exceso restante se acumula en articulaciones, tendones, arterias o en donde el cuerpo encuentre espacio, dando lugar a calcificaciones o, incluso, a piedras en los riñones.
¿Por qué el calcio de la leche no se absorbe?
El cuerpo no puede absorber el calcio de los lácteos, es decir, este tipo de calcio no es biodisponible, el cuerpo no lo utiliza. Entonces, ¿qué ocurre con el calcio que no se absorbe en el cuerpo?
El calcio que nuestro cuerpo no es capaz de absorber se acumula en vasos, válvulas, articulaciones y órganos como los riñones o el hígado, en forma de cristales y de placas de ateromas en las arterias.
Estos cristales son acumulativos ya que al cuerpo le cuesta expulsarlos. Presentan aristas y son cortantes, causan daño e inflamación y pueden dar lugar a artritis.
A algunas personas que consumen exceso de lácteos, el calcio acumulado les sale, incluso, por los poros de la piel en forma de granos blancos.
Se argumenta que el calcio es muy bueno para prevenir la osteoporosis, pero la realidad es que, si fuese tan bueno, la osteoporosis apenas existiría en nuestra sociedad actual. En esta sociedad de comilones de calcio se consumen lácteos en cantidades industriales y, sin embargo, la osteoporosis no deja de aumentar.
Los lácteos más bien propician la osteoporosis.
La proteína del queso, asimismo, causa algo muy peligroso en el cuerpo: la fibrina o fibrinógeno, que es un factor muy alto de riesgo de trombosis, embolias, tumores o cánceres.
La fibrina está formada por fibras entrecruzadas en forma de red más o menos densa. Estas fibras están compuestas de residuos tóxicos procedentes de proteínas que no se han podido eliminar.
Además, la fibrina multiplica los riesgos de infarto. La peor proteína que existe es la del queso, ya que está en un estado tal de putrefacción en el que nuestro cuerpo va a fabricar mucha más fibrina a partir de los residuos de esta proteína pútrida.
Eliminar el queso de la dieta hará que tu cuerpo empiece a eliminar la fibrina, aunque es un proceso muy lento que puede durar años. Por ello, es crucial dejar el queso inmediatamente.
El queso también contribuye a desarrollar hígado graso. El hígado debe filtrar la sangre y en el proceso se genera bilis espesa en la que se podrían formar cálculos en la vesícula y en el propio hígado.
La leche y la artrosis
Llevan décadas contándonos que la leche es un alimento imprescindible para prevenir la aparición de la osteoporosis y que mejora los problemas de artrosis, pero hoy en día se ha demostrado que esto no posee ninguna base científica.
De hecho, la leche juega un papel muy importante en la formación de artrosis. El exceso de caseinato de calcio que contiene se intenta expulsar por la piel y las mucosas, pero, si por algún motivo la persona no tiene demasiada capacidad de excreción, se le almacenará en las articulaciones.
Esta acumulación de caseinato de calcio empeora la calidad del líquido sinovial de las articulaciones y les provocará desgaste, es decir, artrosis.
Un estudio llamado Milk intake and risk of mortality and fractures in women and men: cohort studies (Ingesta de leche y riesgo de mortalidad y fracturas en mujeres y hombres: estudios de cohortes) hecho en 3 condados de Suecia a 2 grandes grupos [61 433 mujeres (39-74 años al inicio 1987-90) y otra con 45 339 hombres (45-79 años al inicio 1997)] llegó a las siguientes conclusiones después de analizar la asociación del consumo de leche y los efectos sobre la salud de las personas:
- El alto consumo de leche se asoció con mayor mortalidad en las mujeres y en los hombres
- La ingesta de leche se relacionó también con mayor incidencia de fracturas en las mujeres
Por tanto, a la pregunta de si la leche es un alimento necesario o fundamental para prevenir problemas de huesos o mejorarlos, la respuesta es no. No existen datos que garanticen que tomar leche prevenga la artrosis o la mejore.
Toxinas de la leche
La leche de larga vida o larga duración contiene trazas de formol, que es un tóxico muy peligroso, y se utiliza por los tanatopractores para el embalsamamiento de cadáveres.
El formol es altamente tóxico y es un compuesto químico cancerígeno, y hepatotóxico, es decir, es venenoso para el hígado. De hecho, puede inducir a padecer hígado graso.
Existen muchos otros tóxicos provenientes de pesticidas como el glifosato y fumigantes en la leche. El cuerpo de la vaca trata de eliminar esos tóxicos que ha consumido del pasto fumigado a través de la orina, de las heces pero también de la leche.
Otro componente que afecta a la leche de las vacas son las hormonas que se les administran y que, a su vez, pasan a la leche.
Muchas vacas no se alimentan con pasto como deberían, sino con soja y pienso. Además, viven en condiciones insalubres. Esto hace que su leche contenga muchas toxinas.
La leche que se produce hoy en día ya no contiene buenos nutrientes como las betalactoglobulinas, proteínas de alta calidad o ácido butírico bajo. Lo mejor de la leche, que es su grasa, en la actualidad se está retirando y se está dejando un producto que es puro azúcar. Peor incluso, si se trata de leche deslactosada.
Debido a que las vacas viven en un ambiente de insalubridad muy extremo, en las mamas de estos animales se produce una gran cantidad de pus (macrófagos fagocitos). Esta pus se transmite también a la leche pues el cuerpo de la vaca trata de expulsar la pus por las mamas, lo que hace que nosotros, al consumir leche de vaca, también ingiramos esta pus.
¿Cómo afecta la leche y los lácteos a nuestra flora intestinal?
Más del 70% de la población mundial experimenta problemas digestivos con el consumo de leche y esto hace que nos preguntemos lo siguiente: ¿cómo afecta la leche y los lácteos a nuestros intestinos?
La lactosa es un azúcar y, como tal, puede servir de alimento a determinados microorganismos de la flora intestinal que deberían mantenerse a raya como, por ejemplo, el hongo Cándida Albicans.
Este tipo de azúcar también puede ser fermentada por estos mismos microorganismos por lo que puede suponer un problema de distensión abdominal.
Mentiras sobre la leche
Se han llevado a cabo campañas masivas en países latinoamericanos de la industria láctea para vendernos la leche como un alimento beneficioso para la salud, pero todo esto se cae por su propio peso.
Se trata de campañas muy agresivas en las que se emplea a figuras del mundo del deporte afirmando que la leche contribuye a construir masa muscular y a mantener un sistema óseo en perfecto estado.
Algunas universidades han recibido fondos de empresas privadas para elaborar estudios que beneficien esas empresas y, de esta manera, seguir obteniendo financiación.
Sin embargo, las evidencias demuestran lo contrario como veremos en el siguiente resumen.
11 cuestiones sobre la leche que debes saber
- Buena parte de los adultos no digieren correctamente la lactosa y sufren intolerancia a ella, por lo que deben buscar sustitutos de la leche saludables
- Las personas que no padecen de molestias digestivas por el consumo de lactosa ni intolerancia a ella, van a sufrir igualmente inflamación y van a padecer problemas de salud
- La leche también puede provocar intolerancia a la caseína en determinadas personas. Se trata de una intolerancia más grave que la intolerancia a la lactosa
- La leche desnatada no es buena fuente de vitaminas ni tampoco los lácteos desnatados
- Lácteos fermentados como el queso pueden contener toxinas por hongos, las cuales causan afecciones respiratorias
- El calcio de la leche no se absorbe y provoca calcificaciones y piedras en los riñones
- Consumir leche agrava el riesgo de padecer inflamación y enfermedades autoinmunes
- No es recomendado el consumo de lácteos pero, si se consumen, al menos consumirlos en poca cantidad
- La leche de vaca es peor que la de cabra
- El yogur industrial no es tan sano pues le agregan gran cantidad de azúcar y conservantes
- No se recomienda en absoluto el consumo de lácteos en caso de alteraciones hormonales como, por ejemplo, niveles alterados de estrógenos, prolactina o testosterona o, bien, síndrome premenstrual
7 daños que provoca la leche
- Causa descalcificación en los huesos. Se ha observado una mayor incidencia de fracturas en poblaciones humanas donde se consume mayor cantidad de leche, mientras que lo contrario ocurre en aquellas poblaciones donde se consume menos.
- Provoca alergias. El consumo de leche acrecienta el número de alergias que podemos sufrir pues nuestro cuerpo ya no está adaptado naturalmente al consumo de lactosa pues, como hemos dicho, la leche solo es necesaria en las primeras etapas de vida.
- Causa daños en la salud digestiva. La leche que se vende industrialmente proviene de granjas en las que las vacas están en condiciones insalubres y a las que se les administra antibióticos para que no se enfermen. Esos antibióticos pasan a la leche que tomamos, destruyendo nuestra flora intestinal y provocándonos multitud de enfermedades y dolencias que no entendemos de dónde vienen
- Aumenta el riesgo de padecer esclerosis múltiple (EM). Un estudio de The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) demostró no solo que un alto porcentaje de pacientes con EM albergan anticuerpos contra la caseína bovina, sino también que la reactividad cruzada de anticuerpos entre la leche de vaca y los antígenos del Sistema Nervioso Central puede agravar la desmielinización. En definitiva, hay una estrecha relación entre el consumo habitual de leche y la aparición de una especie de alergia en la que el sistema inmune ataca al sistema nervioso de la persona, provocándole la pérdida de movilidad. A esta enfermedad se la conoce como esclerosis múltiple.
- Aumenta la aparición de osteoporosis. En España ya contamos con más de 3 millones de personas que sufren de osteoporosis. Esta dolencia está estrechamente ligada al consumo habitual de leche, como ya se ha demostrado con diversos estudios científicos. La leche contiene mucho calcio y mucho fósforo. El fósforo obstaculiza la absorción del calcio, con lo que solo se absorbe un pequeño porcentaje de ese calcio. El resto de calcio circulará por la sangre y se acumulará en articulaciones, arterias, vasos, tendones, ligamentos o en órganos.
- Está relacionada con alergias e hiperactividad. La caseína de la leche además de alergia, también produce hiperactividad, lo mismo que el gluten y el azúcar. La industria alimentaria gasta millones en publicidad para hacer que las personas sean adictas a la leche, la bollería y el azúcar. Asimismo, a estos productos se les añade con frecuencia el colorante E-102 (tartrazina), que es un derivado del petróleo. Este colorante también produce hiperactividad, incluso, en pequeñas dosis.
- Causa espolones, calcificaciones, cristalizaciones y cálculos renales. El calcio de la leche no se puede absorber por el cuerpo y, en consecuencia, va circulando por la sangre hasta que se deposita en articulaciones, tendones, ligamentos y arterias, dando lugar a este tipo de formaciones.


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La caseína y los daños que provoca
Se habla mucho de la lactosa de la leche pero existen otros componentes de los lácteos que se ha demostrado que son perjudiciales para la salud de las personas, como es el caso de la caseína.
Seguramente no habrás escuchado nombrar la caseína o, por lo menos, no tanto pero merece especial atención que sepas qué es y cómo afecta este componente de la leche a tu salud.
La caseína es una proteína muy grande, pesada y difícil de digerir. Esta proteína de la leche se utilizaba antiguamente como pegamento y protector anti-polillas. El cuerpo de muchas personas no la puede digerir.
3 daños que provoca la caseína
Aquí tienes los 3 daños que provoca la caseína en el cuerpo y en tu salud en general:
- Al ser pegajosa, se pega como el gluten a las vellosidades intestinales, provocando irritación en los intestinos y moco. La leche, por contener caseína, es una gran productora de moco intestinal, provocando el intestino irritable. Su efecto en el intestino es parecido al del gluten y lo mismo que este causa permeabilidad intestinal.
- La caseína también está relacionada con afecciones respiratorias. Muchas personas que padecen rinitis mejoran sustancialmente su dolencia con solo eliminar la leche de la dieta.
- La caseína también contiene una hormona llamada “factor de crecimiento similar a la insulina”, que se ha relacionado con el cáncer de próstata y ovarios y con la incidencia de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), esclerosis múltiple o de estreñimiento y acné. Este factor de crecimiento similar a la insulina puede inducir a la resistencia a la insulina y, por extensión, conllevar al sobrepeso y a la diabetes.
Si la persona que presenta síntomas de intolerancia a los lácteos comienza a tomar leche sin lactosa pero sigue experimentando síntomas de este tipo, podría estar sufriendo verdaderamente intolerancia a la caseína.
La lactosa es el azúcar de la leche y, cuando perdemos la capacidad de la absorción de ella, entonces surgen las intolerancias.
La leche de cabra no es más saludable que la de vaca, sino menos dañina. Se parece un poco más a la humana y contiene menos caseína.


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4 efectos negativos de la caseína
Siempre se nos ha vendido la leche como un alimento excelente y beneficioso para la salud. Sin embargo, lo cierto es que ya son múltiples investigaciones científicas y numerosos expertos en nutrición que alertan sobre su peligrosidad y sus daños en la salud de las personas.
Existen estudios científicos parciales y nada objetivos avalados por grandes industrias de productos lácteos que defienden a capa y espada el consumo de los lácteos, argumentando que son beneficiosos para la salud de adultos y de niños.
Lo que está claro es que existe un conflicto de intereses detrás de los lácteos y que solo conociendo por qué estos no son beneficiosos para la salud, podrás saber por qué debes evitarlos:
- Causa la aparición de moco en la mucosa intestinal, lo cual provoca el síndrome del intestino irritable, haciendo que no se absorban bien los nutrientes de los alimentos.
- Provoca moco en las vías respiratorias, causando problemas respiratorios como el asma, según investigaciones científicas.
- Causa obesidad.
- Provoca la formación de quistes, lipomas o miomas.
Caseína y morfina: la casomorfina
La caseína es un tipo de proteína que encontramos en la leche de vaca, la cual se compone de un 80% de caseína. El queso contiene casi enteramente este tipo de proteína que conviene conocer pues existen estudios científicos que no la dejan muy bien parada.
Diversas universidades y centros de investigación (Universidad de Granada, Universidad de Michigan, Universidad de Oslo o la Universidad Complutense de Madrid) han descubierto que la caseína de la leche, cuando entra en la sangre sin digerir por culpa de una permeabilidad intestinal, actúa como un opiáceo (droga) sobre los centros de recompensa del cerebro y que el hígado transforma esa caseína en un compuesto llamado casomorfina.
La casomorfina es un opiáceo que resulta de la descomposición de la proteína de la leche. Diversos estudios han demostrado que, en grandes cantidades, la casomorfina puede ser perjudicial para la salud.
La casomorfina produce los mismos efectos de la morfina aunque entre en pocas cantidades. Este compuesto produce hiperactividad cuando pasa a la sangre en cantidades más grandes o hipoactividad o déficit de atención cuando lo hace en cantidades más pequeñas o bien cuando la tolerancia a esa sustancia ya es mayor.
Si se añade azúcar a los lácteos, el efecto aún es peor pues incentiva aún más la hiperactividad. A esto podemos unirle también el hecho de que a determinados alimentos lácteos se les añade colorantes como el E-102, que provoca hiperactividad en cantidades muy pequeñas.
Todo esto es un peligro potencial para niños y adultos y para la salud pública.
Algo parecido ocurre también con la proteína de gluten. En este caso se transforma en gluteomorfina.






El queso. La oscura verdad detrás del queso.


El queso es un producto procesado que encanta a mucha gente pero ¿qué es realmente el queso? ¿Es bueno comer queso?
Las personas suelen hacer una transición gradual en el consumo de lácteos y van pasando de la leche al yogur y del yogur al queso y, dentro de los quesos, de los más suaves a los más fuertes.
El queso es un derivado fermentado de la leche animal que encanta a mucha gente y que es el protagonista de multitud de recetas de cocina que deleitan a adultos y a niños.
Sin embargo, el daño que causa el queso hasta se puede apreciar al microscopio analizando la sangre. El queso es un producto lácteo muy perjudicial, cuyos componentes constituyen una mala combinación de nutrientes.
Cuando se analiza la sangre de una persona que come queso, se pueden ver claramente puntitos microscópicos de acúmulo de calcio que son muy brillantes cuando les da la luz.
El calcio que contiene el queso no es biodisponible, sino que es un mineral inorgánico. Por lo tanto, comer queso es malo para la salud.
Elaboración y composición del queso
La gente piensa que el queso es bueno para la salud pero no saben lo que se esconde detrás de este producto letal para la salud…
Nuestro cuerpo necesita tomar alimentos que contengan agua, pero el queso no la tiene. La leche contiene un 90% de agua, pero en la elaboración del queso esa agua se ha extraído.
El queso es básicamente leche deshidratada y muy concentrada.
Al igual que la leche, este producto tan popular de la comida rápida contiene una proteína llamada caseína. Al pasar tiempo en la elaboración del queso, esta proteína se pudre. El queso necesita pasar mucho tiempo de elaboración y, durante ese tiempo, la proteína pasa por un proceso de putrefacción.
Este derivado lácteo, al igual que la leche, contiene lactosa, que es un tipo de azúcar. En el tiempo de elaboración del queso, la lactosa es fermentada por los microorganismos presentes en la leche.
Los subproductos tóxicos del queso
Durante el proceso de elaboración del queso se van produciendo unos subproductos tóxicos parecidos a los que se han generado en la putrefacción.
En el siguiente enlace podemos ver qué tipos de productos tóxicos pueden contiener alimentos lácteos o derivados de estos:
A pesar de que este documento oficial recoge los parámetros de seguridad de productos lácteos, conviene recordar que productos tóxicos que se nombran como el plomo, el arsénico, el mercurio o plaguicidas como el DDT, son acumulativos, son neurotóxicos y, por tanto, provocan a largo plazo enfermedades como el cáncer, el Alzheimer o demencia.
Todos estos componentes y subproductos interrelacionados van a traer una serie de consecuencias negativas para la salud.
Además, las grasas saturadas que contiene la leche en el proceso de elaboración del queso se desnaturalizan, es decir, se oxidan o se rancian.
En definitiva, el queso es un producto nada saludable cuando se toma solo, pero es peor si se mezcla con otros alimentos como el almidón.
En resumen, el queso es un producto que se encuentra en fase de putrefacción, fermentación y enranciamiento. Se podría decir que el proceso para elaborar el queso es un proceso de deterioro. Pero contiene un tipo de componente que no favorecen su absorción y que es especialmente dañino: el calcio.
Mezclas no saludables con el queso
Si mezclamos el queso con otros alimentos que contengan almidón como, por ejemplo, pan (bocadillos de queso) o pizzas, obtendremos una combinación muy perjudicial. Y, si mezclamos el queso con la carne, tendremos además la mezcla de dos tipos de proteínas muy distintas. A esto, se le une la grasa tanto de la carne como del queso. Esta combinación de nutrientes hace que se haga una digestión muy complicada, larga y pesada que, además, generará muchas toxinas en el cuerpo. Hay que tener en cuenta que una digestión de este tipo requiere mucho más esfuerzo por parte del cuerpo y, además, las toxinas que genera serán más complicadas de eliminar luego.
7 consecuencias del consumo de queso en tu vida
Un exceso de consumo de queso puede conllevar los siguientes daños para tu salud:
- Calcificaciones, cálculos y cristales, desequilibrios óseos en articulaciones y tendones.
- Desequilibrios en la proporción de calcio y magnesio. Demasiado calcio induce a una bajada del magnesio, un mineral fundamental para el funcionamiento del metabolismo.
- Placas de ateroma que obstruyen los conductos del cuerpo en venas, arterias, capilares y sistema linfático.
- Obstrucción circulatoria que daña los órganos como, por ejemplo, el corazón, los riñones, el páncreas, el bazo o el hígado, y provoca problemas en el pene, en las piernas, en el cerebro, en la vagina y en el útero (pólipos y miomas).
- Problemas intestinales como los siguientes:
- Irritación intestinal, lo cual provoca moco.
- Síndrome del intestino permeable.
- Problemas endocrinos.
- Desequilibrios en el sistema nervioso y en los neurotransmisores.
La solución a todos estos problemas causados por el queso
- Eliminar radicalmente el consumo de queso y de lácteos y sustituirlos por alimentos alternativos como te indicamos en el siguiente enlace: Alimentos para reemplazar la leche
- Tomar jugos verdes de vegetales que te aportarán nutrientes valiosísimos como una gran cantidad de minerales (magnesio, potasio, zinc, manganeso y selenio), agua y fibra.
- Tomar el mejor batido probiótico de todos los tiempos que puedes encontrar en este enlace…
- Hacer ejercicio físico moderado, que te ayudará a mejorar la circulación.
- Tomar vitamina B3 o niacina, que aporte niacina y no niacimida, para ayudar a eliminar toxinas.
- Hacer ayunos intermitentes.
- Hacer limpiezas hepáticas, intestinales y renales periódicamente. Haz clic en el siguiente enlace para conocer todos los detalles de estas limpiezas fundamentales del organismo: 3 limpiezas fundamentales del organismo.
- Descansar y dormir lo suficiente.
- Eliminar el estrés de tu vida.
- Tomar saunas con moderación y de manera apropiada para eliminar toxinas a través de la piel pues la piel es un importante órgano de eliminación. Mientras se hacen las sesiones de sauna, deberías tomar agua de mar o, en su defecto, una bebida isotónica preparada con agua, sal del Himalaya o sal marina y limón.
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10 indicadores para ver los daños en tu cuerpo del queso o de los lácteos
Los daños que genera en el cuerpo tomar todos tipo de lácteos como leche o queso son más evidentes de lo que piensas y raramente los relacionamos…
A continuación, te vamos a dar 10 indicadores para que puedas ver claramente los daños que están produciendo en tu cuerpo los lácteos:
- El síntoma más evidente es la adicción a los lácteos. A la persona le gustan mucho los lácteos y no puede renunciar a ellos.
- Problemas de angina de pecho. La angina de pecho es una reducción de las arterias que llevan sangre al músculo del corazón para nutrirlo. Si estas arterias se obstruyen, las personas tendrán dificultades para hacer esfuerzos y sufrirán cansancio.
- El consumidor de lácteos tiene cálculos en los riñones o en la vesícula.
- La persona sufre daños en los pulmones, la próstata o el hígado.
- Con el tiempo, los amantes de los lácteos sufren artritis o artrosis en articulaciones, tendones, músculos o huesos.
- Retención de líquidos y piernas hinchadas. Las válvulas de las venas se les ha vuelto rígidas por culpa de la calcificación y este problema provoca la acumulación de líquidos en sus piernas.
- La persona tiene calcificaciones en la piel ya que no logra eliminar por esta los cristales de calcio microscópicos. Presenta pequeños puntitos blancos duros abultados que, en realidad, son pequeñas piedras de calcio. Estas pequeñas piedras de calcio llegan a traspasar la piel y se pueden, incluso, extraer.
- Los consumidores de lácteos presentan ateromas en las válvulas y en las arterias por culpa de los cristales de calcio. Válvulas y arterias se vuelven rígidas, provocando hipertensión.
- La persona sufre infartos, ictus o embolias por taponamiento de vasos sanguíneos debidos a ateromas de calcio.
- Aquellos que consumen lácteos en todas sus variantes también presentan cristales de calcio en la mucosa intestinal.
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