Enfermedades y dolencias

Enfermedades y dolencias

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Signos y síntomas, falta de energía, enfermedades y dolencias… ¿Por qué se producen las enfermedades? Algunos piensan que son fruto de la casualidad o de la genética, otros consideran que vienen a consecuencia de una mala vida llena de estrés y de malos hábitos alimenticios… Sobre esto hay muchas teorías, ¡quédate para conocer de manera sencilla y práctica por qué ocurren las enfermedades! Despeja todas tus dudas ya en Alimentación Milagrosa🥇

Mujer con dolencias y enfermedades
Las enfermedades y dolencias comienzan con una inflamación silenciosa que puede durar años
Los desequilibrios en el cuerpo acarrean enfermedades y dolencias…

¿Por qué aparecen las enfermedades?

Las enfermedades se deben a múltiples causas y factores. Todo en el cuerpo tiene un sentido. Antes de la aparición de las enfermedades, nuestro cuerpo nos ha dado muchos avisos de los que quizás no te hayas dado cuenta…

Una persona no se enferma por un solo motivo. Las enfermedades surgen por múltiples causas.

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Muchas veces nos hemos preguntado por qué ocurren las enfermedades y, sobre esto, existen muchas teorías al respecto. Para responder a esta pregunta, sería necesario, primero, conocer los siguientes principios:

  1. En el cuerpo nada es malo, sino que todo tiene una razón de ser.
  2. No hay nada en el cuerpo que esté conformado para dañarte.
  3. En la naturaleza, nada sobra, nada es malo y nada existe por error, sino que cada vida, por pequeña o microscópica que sea, tiene una función muy importante en la naturaleza (tanto en la exterior, lo que nos rodea; como en la interior, el organismo).
  4. El cuerpo funciona por medio de procesos de autoregulación o reequilibrio y readaptación.
  5. El cuerpo humano está formado por billones de células. La célula es la unidad básica de vida y forma los tejidos y, por consiguiente, los órganos del cuerpo. Existen diferentes tipos de células. Las células forman los tejidos y se encargan de absorber los nutrientes, de generar energía, y mucho más.
  6. De manera resumida, las células desempeñan, entre otras, las siguientes funciones fundamentales:
    • Intercambian información con otras células a través de la muerte celular.
    • Proveen de estructura al cuerpo (forman tejidos y órganos).
    • Obtienen y absorben nutrientes y proveen de estos nutrientes al cuerpo.
    • Detectan cambios en el entorno y reaccionan ante ellos pero, además, ponen en marcha procesos de reequilibrio (la homeostasis).
    • Programan la muerte de la propia célula (la apoptosis o muerte celular programada). Unas células mueren (debido al envejecimiento o daño) y otras nacen.
      Cabe destacar que esto no ocurre con las células cancerígenas, que son células anormales debido a daños continuos (por sustancias químicas, por radiación, etc), los cuales producen finalmente cambios genéticos. Este tipo de células cancerígenas pierden la capacidad de morir y se multiplican de forma descontrolada, lo cual lleva a la metástasis.
    • Se multiplican formando células nuevas (división celular).
    • Y muchas más funciones.

Es decir, que las células se encargan de estar atentas a cambios en el entorno y de responder ante ellos, permitiendo que el cuerpo se reequilibre y se readapte continuamente. La realidad es que comemos para alimentar las células y, de esta manera, nutrir el cuerpo. La finalidad de todo es que todo en el cuerpo funcione para salvaguardar la supervivencia.

Cuando las células no se alimentan bien, cuando rompemos el equilibrio del cuerpo y, en definitiva, cuando no entendemos cómo cuidarnos y proveernos de lo necesario para tener buena salud, entramos en una dinámica peligrosa que, alargada en el tiempo (crónica), conlleva la aparición de múltiples enfermedades.

¿Cómo surgen las enfermedades?

Hay muchos factores que hacen que nuestro cuerpo se deteriore por dentro y por fuera (envejecimiento celular prematuro). El estrés, la falta de amor, las preocupaciones, la falta de sueño (importantísimo), comer productos ultraprocesados, comer todo cocinado (cuando cocinas los alimentos, pierden gran parte de su valor nutricional) o el abuso de tratamientos con químicos propician la oxidación celular, creando un estrés oxidativo e inflamación.

Cada acción tiene una reacción y en el cuerpo no es diferente. Sin embargo, cuando la inflamación se hace crónica, el cuerpo se va deteriorando hasta enfermar.

De los síntomas a la enfermedad

Evidentemente, uno no se va a enfermar si se come una pizza o si se toma una pastilla para el dolor de cabeza de manera puntual. El cuerpo nos puede avisar, en primer lugar, de que nuestra alimentación y nuestros hábitos de vida son inadecuados por medio de signos y síntomas como:

PRIMERA FASE: signos y síntomas leves
Mujer con malestar

Pero esos signos y síntomas pasarán porque el cuerpo se reequilibrará y encontrará los mecanismos para adaptarse y sobrevivir…

Entonces, empieza la segunda fase con signos y síntomas de una inflamación, en principio leve, pero que se irá agravando, dando lugar a signos y síntomas cada vez más evidentes e importantes: signos y síntomas de una inflamación importante.

SEGUNDA FASE: signos y síntomas de una inflamación importante
Mujer estresada

Todos estos signos y síntomas vienen acompañados de una inflamación general y de un estrés físico general que se hace crónico. Nuestras células y nuestros órganos se estresan debido a la mala alimentación, a la falta de nutrientes, al procesamiento de sustancias extrañas en los productos químicos y biológicos que entran en nuestro cuerpo por diferentes vías.

Cuando la inflamación importante se hace crónica y dura mucho tiempo, empieza la tercera fase: neuroinflamación y la aparición de enfermedades devastadoras.

TERCERA FASE: NEUROINFLAMACIÓN DESADAPTATIVA y la aparición de las enfermedades

¿Qué es la neuroinflamación? La neuroinflamación es un tipo de inflamación del cerebro o médula espinal que conlleva consecuencias fisiológicas, bioquímicas y conductuales. Aunque, según investigaciones científicas, la neuroinflamación sea negativa y desadaptativa, existen diferentes grados entre los cuales se pueden dar procesos de reparación y reequilibrio (neuroinflamación positiva) que influyen en la recuperación de los daños que provocan esta inflamación crónica del cerebro o de la médula espinal.

Neuroinflamación

La inflamación se produce como respuesta de defensa ante un daño, ayuda a reparar daños como, por ejemplo, en el tejido cerebral y, además, es temporal.

Sin embargo, la neuroinflamación desadaptativa consiste en una inflamación de mucho tiempo (duradera) y que ha sido constante y persistente, de tal manera que se ha hecho crónica.

Diferencia entre inflamación y neuroinflamación
¿Cómo se produce la neuroinflamación?

Esta neuroinflamación positiva engloba una inflamación leve. En este tipo de inflamación, existe una vigilancia del sistema inmunitario, el cual mantiene una comunicación con el cerebro, obteniendo una reorganización de las prioridades en el cuerpo. En otras palabras, cuando el cuerpo sufre una inflamación leve, es capaz de compartir información para que el cuerpo se recupere de los daños, pueda enfrentarlos y se pueda readaptar. La finalidad siempre es la supervivencia.

La neuroinflamación negativa entraña una inflamación crónica con lesiones traumáticas del sistema nervioso central, con un estrés crónico, con la dificultad para reparar daños y, en definitiva, con la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson.

Según investigaciones científicas: Un tipo crónico notable de neuroinflamación está asociado con la enfermedad de Alzheimer (Sokolova et al. 2009Walter y otros. 2007).

La neuroinflamación crónica se correlaciona con el deterioro cognitivo y la atrofia cerebral en la enfermedad de Alzheimer (EA), (…).

La proteína quimioatrayente de monocitos-1 desempeña un papel dominante en la inflamación crónica observada en la enfermedad de Alzheimer

Aunque los científicos no tienen claro oficialmente el origen del Parkinson, existen teorías que apuntan a una neuroinflamación crónica no resuelta:

La enfermedad de Parkinson (EP) es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común, después de la enfermedad de Alzheimer. Las posibles causas de la EP siguen siendo inciertas, pero estudios recientes sugieren que la neuroinflamación y la activación de la microglía desempeñan papeles importantes en la patogénesis de la EP. 

Neuroinflamación en la enfermedad de Parkinson: su papel en la muerte neuronal e implicaciones para la intervención terapéutica


  1. Signos y síntomas que se alargan en el tiempo.
  2. Inflamación crónica.
  3. Neuroinflamación: inflamación del cerebro y de la médula espinal. Hay dos tipos:
  4. La aparición de enfermedades. Después de sufrir múltiples dolencias y de cronificarse la inflamación, no hemos puesto remedio y, finalmente, aparecen las enfermedades.
    Se trata del último trayecto del cuerpo antes de colapsar irremediablemente si no ponemos remedio. El cuerpo ya ha perdido la capacidad de adaptarse y tiene daños severos.

Carbohidratos refinados y azúcar: el inicio de muchas enfermedades

Llega la hora de la comida y ves que en la mesa hay dispuestos unos manjares que te hacen salivar de inmediato. Pizza, papas fritas con carne mechada, paella, papas arrugadas con mojo y postres deliciosos como flan de caramelo, pastel de chocolate, gofres belgas… ¿Cómo podemos cambiar este tipo de alimentación perjudicial?

El abuso de los carbohidratos refinados y el azúcar ha hecho que aumenten los casos de diabetes tipo 2, obesidad, problemas de tiroides, niveles altos de colesterol o depresión, según investigaciones científicas. Además, todo lo que nos afecta a nivel físico repercute en el aspecto emocional también.

Todos y cada uno de los componentes del cuerpo tienen sus propias funciones, desarrollando mecanismos de continua adaptación con un mismo fin: el reequilibrio.

  1. El cortisol no es malo y es necesario para poder vivir, sin embargo, el exceso de cortisol acarrea problemas con el sistema inmunológico, te engorda, te predispone a padecer diabetes y problemas mentales. El cortisol es la hormona del estrés y es producida por las glándulas suprarrenales. Esta hormona desempeña funciones esenciales para responder ante una situación de estrés real o imaginario.
  2. La inflamación no es mala pues es un proceso transitorio del cuerpo para recuperarse tras una actividad intensa. También existe la inflamación crónica producida por la ingesta de alimentos inflamatorios como los carbohidratos refinados o por el consumo de tabaco o de alcohol.
  3. La hormona tiroides es una glándula en forma de mariposa que produce las hormonas T3 y T4, las cuales ayudan a regular el metabolismo, a obtener energía, a regular el calcio o a alcanzar una temperatura corporal óptima. Sin embargo, si funciona de manera deficiente (no produce las suficientes hormonas), lo llamamos hipotiroidismo (falta de energía, caída del cabello, tendencia a engordar, etc) y, si funciona de manera acelerada (la glándula produce demasiadas hormonas tiroideas), lo llamamos hipertiroidismo (pérdidas de peso a pesar del aumento del apetito, fatiga, cambios de humor, irritabilidad, bocio, latidos del corazón irregulares o acelerados, problemas para dormir, etc).

Muchas veces nos hemos preguntado por qué ocurren las enfermedades y existen muchas teorías al respecto. Sin embargo, para responder esta pregunta sería conveniente entender que el cuerpo funciona por medio de procesos de autoregulación o reequilibrio y que nada sobra en él.

Todo en nuestro cuerpo está diseñado con un fin, incluso, los mismos parásitos. Cuida el ambiente, y tu cuerpo se encargará de que todo funcione correctamente.

¿Cómo afectan los carbohidratos en nuestro cuerpo?

Es necesario entender bien qué proceso siguen los hidratos en nuestro cuerpo cuando los ingerimos pues, de este entendimiento, podemos gestionar de manera correcta nuestra dieta y lograr alcanzar un estilo de vida saludable.

Se suele separar el concepto azúcar del de carbohidratos pero en realidad los carbohidratos son fuente de glucosa pues el cuerpo transforman estos macronutrientes en moléculas de azúcar (glucosa) asimilables. Se cree que son dos cosas que no tienen nada que ver, pero no es así.

Los hidratos de carbono refinados elevan muy rápidamente el nivel de glucosa en sangre (tienen un índice glucémico muy alto). Al elevarse la glucosa, aumenta el nivel de insulina y el exceso de glucosa que no se absorba por las células se transformará en grasa por medio de la insulina. Lo que hace que engordemos es tener un exceso de glucosa y un exceso de insulina.

Así que, si quieres bajar de peso, vigila lo que comes pues los alimentos o productos que más suben los niveles de glucosa en el cuerpo son los responsables de que aumentes de peso.

Dentro de los alimentos que elevan mucho los niveles de azúcar en sangre, están los alimentos agresores y los alimentos nocivos para la salud.

De hecho, un estudio llamado The Prospective Urban Rural Epidemiology (PURE) hecho durante 10 años en varios países de todo el mundo demuestra, sin lugar a dudas, que los índices de mortalidad y los problemas cardiovasculares se incrementaban en personas que consumían mayor cantidad de carbohidratos.

Se ha comprobado científicamente que la mortalidad y los problemas cardiovasculares no se disparan en personas que comían muchas grasas saturadas. Por lo tanto, se ratifica una vez más que el consumo de grasas saturadas no son las responsables del aumento de enfermedades no transmisibles ni elevan los índices de mortalidad.

Los carbohidratos o hidratos de carbono refinados están presentes en comidas que llevan un proceso industrial de calor en el que, además, se le han añadido productos químicos para su conservación y para que tengan mejor sabor. Cuando sometemos los alimentos a mucho calor, estos pierden todas sus vitaminas y propiedades.

Pero existe otro tipo de carbohidratos que están presentes en los alimentos como los vegetales (a excepción el maíz) de forma natural: los carbohidratos de origen vegetalhidratos de carbono naturales.

Estos carbohidratos vegetales naturales tienen mucho contenido en fibra, lo cual es beneficioso. Sin embargo, algunos de ellos también elevan mucho la glucosa (como, por ejemplo, la avena o las papas fritas). El exceso de este azúcar en el cuerpo se transforma en grasa.

Carbohidratos refinados, ¡enfermedades y dolencias!

Carbohidratos refinados
Carbohidratos refinados

El consumo excesivo de carbohidratos refinados ha implicado un incremento de enfermedades no transmisibles en nuestra sociedad actual. Numerosos estudios relacionan el excesivo consumo de carbohidratos refinados industrialmente con la pandemia de la obesidad, con el aumento de otras enfermedades y con el incremento de la mortalidad.

Vamos a explicar en profundidad las consecuencias del consumo excesivo de carbohidratos de absorción rápida como los hidratos refinados y la aparición de enfermedades y dolencias por este excesivo consumo.

¿Qué son los carbohidratos refinados?

Carbohidratos refinados, comida procesada, productos de alimentación son algunas de las denominaciones que podemos darle a este tipo de alimentos refinados y procesados industrialmente. ¿Son los hidratos refinados realmente una fuente de nutrientes? ¿Qué son exactamente y cómo se elaboran?

Para empezar, debemos señalar que existen 3 tipos de alimentos fundamentalmente y que son los que nos aportan los nutrientes esenciales para la vida:

  1. Las proteínas. A este grupo pertenecen el queso, los huevos, la carne, el pescado o el marisco.
  2. Las grasas. Podemos encontrar en este grupo alimentos como la mantequilla o los aceites buenos como el aceite de coco.
  3. Los carbohidratos. En este grupo podemos encontrar almidones y azúcares, los cuales se dividen en 2 clases de carbohidratos: los carbohidratos saludables, que son los naturales, como, por ejemplo, la fruta o la miel, que son de absorción rápida, y otros de absorción más lenta como los vegetales; y los carbohidratos no saludables refinados, que son los artificiales, los procesados industrialmente.

Para entender bien cuál es el impacto de la ingesta de carbohidratos refinados en nuestro cuerpo y en nuestra salud, vamos a explicar de manera sencilla cómo se elaboran y cómo y por qué estos productos no son una buena idea para nuestra salud.

Carbohidratos refinados: un proceso de elaboración que acaba con los nutrientes

Industria alimentaria
Industria alimentaria

Los carbohidratos refinados abarcan alimentos que son expuestos a un proceso de elaboración industrial en el que se someten a mucho calor para purificarlos o refinarlos.

Sin embargo, este tipo de proceso industrial conlleva unas terribles consecuencias para los alimentos que se procesan y para nuestra salud pues se acaba con las vitaminas y nutrientes necesarios de los alimentos.

Durante el proceso de refinamiento, los carbohidratos complejos son sometidos a mucho calor para, de esta manera, romper los enlaces que hay entre sus moléculas y hacer que estas se liberen.

Se trata de un proceso de elaboración intenso en el que las moléculas de glucosa han sufrido el rompimiento de sus enlaces y han quedado liberadas. Una vez liberadas, son metabolizadas muy rápidamente por el cuerpo, subiendo muy rápidamente el nivel de glucosa en sangre, lo que además da lugar a una subida brusca de la insulina.

Luego, el exceso de glucosa que no se consuma por el cuerpo, se transformará en grasa por medio de la insulina y se almacenará en el cuerpo. Además de este procesamiento, a los hidratos refinados se les añaden multitud de productos químicos conservantes y saborizantes para su conservación y para darles mejor sabor.

De esta manera, se consiguen alimentos que son capaces de tener más larga vida en la alacena pero carentes de nutrientes y vitaminas. Si seguimos una dieta basada en productos ultraprocesados, llegaremos a estar desnutridos y, en consecuencia, nos enfermaremos.

Hay que entender que la única forma en la que el cuerpo puede engordar es cuando hay glucosa e insulina. Así que, controla lo que comes pues si ingieres muchos alimentos que generen glucosa muy rápidamente, de seguro vas a engordar.

Si quieres conocer más sobre las propiedades de los alimentos y la importancia del consumo de las vitaminas para nuestra salud, ¡no te pierdas estos los dos mejores artículos sobre alimentos y vitaminas que hay en internet!🌳🥇

Cereales integrales y cereales refinados
Cereales integrales o cereales refinados

Un cereal integral conserva hasta las 3 partes de su grano, es decir, posee el grano completo porque no lo han refinado en absoluto (el salvado, el germen y el endospermo). El salvado es lo que se denomina la cáscara del grano y posee alto contenido en fibra. El germen es la parte central del grano. Y en el endospermo es donde se halla la mayor proporción de almidón.

Los cereales refinados soportan un proceso industrial por que pierden casi todo el germen y totalmente el salvado, con lo cual el cereal que queda es prácticamente almidón.

El cereal integral, al ser más rico en fibra y en proteínas, es mucho más beneficioso en nuestro organismo que el cereal refinado. Un estudio publicado en la American Journal of Clinical Nutrition ha demostrado que el cereal integral tiene un efecto antiinflamatorio que puede prevenir enfermedades.

Por contra, se ha demostrado científicamente que los cereales refinados elevan la glucosa en sangre y están vinculados a un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad, afecciones cardíacas, cáncer y otras patologías. Además de ser ricos en almidón y pobres en fibra y proteínas, tampoco sacian, es más, estimulan a comer y provocan un efecto adictivo en el cuerpo.

Los carbohidratos naturales

Los carbohidratos naturales de origen vegetal nos ofrecen multitud de beneficios para nuestra salud. Te vamos a contar de una manera sencilla y práctica los tipos de hidratos que existen para que no te queden dudas de nada.

Los carbohidratos de origen vegetal pueden ser de 2 tipos, simples o complejos:

  1. Los carbohidratos naturales simples se descomponen muy rápidamente en el cuerpo y suben la glucosa y la insulina muy rápidamente. A este tipo de carbohidratos simples corresponden alimentos como la fruta y la leche.
  2. Los carbohidratos naturales complejos están formados por moléculas agrupadas en cadenas largas que son muy difíciles de romper por el cuerpo, por lo que no suben la glucosa tan rápidamente. Se trata de alimentos como los cereales de grano integral, las hortalizas y las legumbres. Estos carbohidratos complejos suministran vitaminas y minerales.

Tanto los hidratos de carbono simples como los complejos proporcionan energía al cuerpo y sirven para crear reservas de glucógeno en los músculos y en el hígado. ¡Cómelos de manera sana y equilibrada!❤️❤️❤️

galería de carbohidratos naturales saludables ¡comer es un placer!

El efecto del azúcar en tu cuerpo

El azúcar es un veneno delicioso que tiene gran popularidad y aceptación, sobre todo, en niños, pero ¿qué efectos puede llegar a tener el azúcar a corto y largo plazo en tu salud y la de tus seres queridos?

Cuando te comes un bollo de chocolate blanco relleno de crema, el cuerpo lo convierte de manera inmediata en glucosa, que pasa directamente a tu sangre. Esto hará que tu cuerpo más tarde lo transforme en grasa. De igual forma, ocurre cuando ingieres frutas con alto contenido en azúcares como el mango.

Con la ingesta de azúcares, el organismo segrega insulina para gestionar la glucosa y controlarla. La insulina convertirá el exceso de glucosa que no pueda ser aprovechada por las células en grasa. Por este motivo, la mayoría de las personas que padecen diabetes tienen sobrepeso u obesidad.

Un problema derivado del exceso de insulina en el cuerpo es que esta hormona interfiere en el funcionamiento de la glándula tiroides y esto ralentiza el metabolismo, causando subidas de peso, malhumor, depresión o estreñimiento.

Cuando el metabolismo se ralentiza debido a la alteración de la tiroides, encontrarás también que te va a costar bajar de talla. Además, la tiroides influye en la temperatura del cuerpo, por lo que, si tienes el metabolismo lento, tendrás más frío en las extremidades.

Asimismo, un excesivo consumo de carbohidratos procesados crea no solo adicción a estos, sino que provoca un estado de acidez en el cuerpo que afecta negativamente al metabolismo bajando el nivel de oxígeno en el cuerpo y volviéndolo más ácido.

Este estado de acidez también afectará a las emociones de la persona, haciendo que tenga insomnio, que esté cansada, que sienta fatiga e irritabilidad y que sufra desequilibrios hormonales.

En definitiva, tu cuerpo, a corto y a medio plazo, se va intoxicando cada vez más y las funciones de los órganos se ven más limitadas, por lo que tendrás dolencias y cambios tanto a nivel físico como emocional.

A largo plazo el organismo irá desarrollando una serie de signos y síntomas a los que les han puesto nombre y a los que catalogan como enfermedades, las cuales están producidas por desequilibrios en el cuerpo.

Para entender bien cómo se llega a padecer de muchas enfermedades te invitamos a que no te pierdas la información del siguiente apartado. Entenderás muchas cosas y, lo más importante, te servirá para mejorar tu salud y la de tus seres queridos. ¡Vive con energía y salud!🥇

Enfermedades producidas por desequilibrios en el cuerpo

Las enfermedades producidas por desequilibrios en el cuerpo están a la orden del día en nuestra sociedad y conllevan una problemática de salud importante, ¿quieres saber qué tipos de enfermedades provienen de desequilibrios en el organismo? ¡No te pierdas toda la información que debes saber para detectar desequilibrios en tu cuerpo y ganar salud y energía!

Seguramente habrás ido alguna vez al médico porque te han pasado cosas inusuales en tu cuerpo. Quizás conozcas de alguien que ha ido a la consulta médica y le hayan diagnosticado alguna enfermedad extraña a la que no le encuentran solución. Pues déjame decirte que toda acción tiene una causa aunque a veces no sepamos cuál es.

¡Descubre la mejor información sobre las siguientes enfermedades y dolencias y las soluciones naturales para gozar de buena salud!

El hígado graso

Gran parte de la sociedad padece de hígado graso sin saberlo y muchas veces es diagnosticado por casualidad. Esta afección está estrechamente relacionada con lo que comemos y con nuestro estilo de vida.

El hígado es un órgano vital para la vida que sufre mucho cuando llevamos un estilo de vida perjudicial. Se trata de un órgano fundamental por el que el cuerpo filtra tóxicos y, si no funciona correctamente, nuestra salud se va a ver gravemente alterada.

La importancia del hígado en la salud

El hígado

El hígado es un órgano vital para la vida que se encuentra en la parte superior derecha del abdomen, a la altura de las costillas. Este importante órgano pesa entre 1,5 y 2 kg y es el único órgano capaz de volverse a formar o a regenerarse.

Tiene asignada numerosas funciones fisiológicas:

  • Es el encargado de almacenar energía en forma de glucógeno.
  • Fabrica proteínas como la albúmina.
  • Metaboliza y fabrica diferentes hormonas.
  • Nos desintoxica de sustancias tóxicas que ingerimos como, por ejemplo, medicamentos, productos químicos y tóxicos que circulan por nuestra sangre. Esta función la cumple gracias a que transforma esas sustancias tóxicas en otras sustancias inocuas o neutras para que, de esta manera, no no nos dañen.
  • Fabrica la bilis, que es un líquido digestivo que ayuda a digerir las grasas y a absorber las vitaminas.
  • La glucosa se controla en el hígado.
  • La conversión de la hormona T4 a T3 de la tiroides se controla, en gran parte, en el hígado, por lo que cualquier fallo en el hígado afecta directamente en la tiroides.

El hígado es la única glándula del cuerpo que se regenera. Las enzimas que poseen las células del hígado, llamadas hepatocitos, se encargan de desintoxicar la sangre y de ejecutar otras funciones. Existen algunos hábitos en nuestra vida que hacen que estas enzimas no funcionen correctamente, de tal manera que interfieren en esa labor de desintoxicación.

¿Por qué se produce el hígado graso?

El hígado graso es la acumulación de grasa en el hígado. Existen dos tipos de hígado graso:

  1. Hígado graso alcohólico, que está causado por el consumo excesivo de alcohol.
  2. Hígado graso no alcohólico. En este apartado debemos distinguir dos tipos:
    1. Hígado graso no alcohólico simple
    2. Esteatosis hepática no alcohólica

Nos vamos a centrar en el hígado graso no alcohólico pues es la afección más silenciosa y que produce síntomas que se pueden confundir con otras dolencias o enfermedades.

El hígado graso no alcohólico es una enfermedad que no aparece solamente en obesos, hipertensos o diabéticos, sino que se da igualmente entre personas delgadas o con cierto sobrepeso.

Tener el hígado grasos es una señal que nos está avisando del terrible daño que le estamos provocando a nuestro cuerpo por llevar un estilo de vida poco saludable. No produce síntomas significativos durante un largo período de tiempo o bien estos síntomas llegan a confundirse con otras dolencias o enfermedades.

De esta forma, a veces la persona descubre que tiene el hígado graso cuando ya es muy tarde. En otros casos, sin embargo, la dolencia se descubre por pura casualidad al hacer otras exploraciones como ecografías generales o de otros órganos.

Cuando las células del hígado se dañan, pueden aparecer acúmulos de grasa en el hígado que, con el tiempo, pueden llegar a dar lugar a hepatitis. Si el daño persiste y es continuado, puede desembocar en una cirrosis y, más adelante, en una insuficiencia hepática.

El hígado es capaz de regenerarse pero un daño crónico y repetitivo acaba con esa capacidad de regeneración. Llegados a ese punto, terminan apareciendo cicatrices en él (cirrosis).

Síntomas del hígado graso

A medida que el hígado va creciendo por la cantidad de grasa acumulada, se hincha y no cabe bien en el abdomen. Se genera presión en órganos y costillas y la persona empieza a sentir pesadez en el lado superior derecho del abdomen.

El hígado tiene conductos por donde filtra la sangre. Estos conductos se tapan y, entonces, el hígado deja de filtrar. El cuerpo se vuelve más tóxico y es cuando comienzan a aparecer problemas y alergias. Se reduce el metabolismo, se interfiere la función de la tiroides y aparecen síntomas más inespecíficos.

5 síntomas que aparecen cuando tienes el hígado graso

  1. Alteraciones de sueño. La persona tiene sueño de día y no duerme de noche
  2. Dolores en las articulaciones
  3. Tensión o dolor en los músculos del hombro derecho o en la zona del cuello y de la espalda
  4. Cansancio o fatiga crónica
  5. En casos muy avanzados en los que ya se ha producido insuficiencia hepática, se alteran todas las funciones del hígado y podría haber color amarillo en la piel y en los ojos (ictericia), orina oscura, hematomas, alteraciones en el estado de ánimo, confusión mental, pérdida del apetito, pérdida d peso, alteraciones hormonales como el aumento de estrógenos en hombres y mujeres, las palmas de las manos muy rojas, retención de líquidos en la zona abdominal y en las piernas, debilidad, picores, aumento de los senos en hombres por el aumento de estrógenos o nauseas.

Consejos para prevenir el hígado graso

Si quieres prevenir el hígado graso, lo primero que debes hacer es mejorar tu alimentación y tu estilo de vida. Evita el consumo excesivo de hidratos de carbono, especialmente la fructosa (consumo excesivo de fruta, sobre todo las muy dulces como el plátano o el mango) y también controla el consumo de carbohidratos refinados.

Evita, asimismo, tóxicos como el alcohol y el tabaco y haz ejercicio físico moderado o trata de estar activo.

Proponte bajar de peso pues las personas con sobrepeso u obesidad tienen el hígado graso con seguridad. Cuando se tiene la barriga grande, es señal de acumulación de grasa en el hígado.

Alimentos naturales para el hígado graso

  1. Vegetales crucíferos, que son aquellos que crecen en la tierra y tienen hojas verdes como la coliflor, las espinacas, las acelgas, el brócoli, el wasabi y la mostaza. Estos alimentos poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Deben consumirse crudos, salvo la col de Bruselas, que se puede cocinar al vapor o hervirse.
  2. El ajo. Se trata de un superalimento que es antibiótico natural, antiinflamatorio, antioxidante y ayuda a proteger del cáncer de hígado. Es recomendable consumir, al menos, un diente de ajo crudo al día.
  3. La cúrcuma. Esta fabulosa especia contiene una sustancia denominada curcumina, que ayuda al hígado a realizar sus funciones. Es necesario consumirla con pimienta negra para potenciar las propiedades de la curcumina y que esta se absorba mejor. La cúrcuma es capaz de reparar las cicatrices del hígado y revertirlas.
  4. El aceite de oliva extra virgen. Este tipo de aceite se debe consumir crudo, una cucharada sopera al día en ensaladas, por ejemplo.
  5. La remolacha. Esta increíble hortaliza reduce la inflamación del hígado y propicia su regeneración. Se debe consumir cruda para aprovechar todas sus propiedades.
  6. Las nueces y las almendras son beneficiosas para proteger el hígado.
  7. Frutos rojos como los arándanos, la uva morada y las moras.
  8. Alimentos ricos en Omega 3 como el aguacate, las sardinas o el salmón.
  9. Los cítricos en general y, en particular, el pomelo. El pomelo debe consumirse entero y no solo el jugo porque el jugo podría provocar una subida de insulina, lo cual no es conveniente para el hígado.
  10. El café. Se tienen ciertas evidencias científicas de que tomar tres tazas de café al día mejora el hígado graso y disminuye los daños hepáticos.

Ayuno intermitente para el hígado graso

Una increíble manera de revertir el hígado graso es el ayuno intermitente. Cuando una persona ayuna, obliga a su cuerpo a quemar el glucógeno de reserva guardado en el hígado y la grasa de su cuerpo.

Ahora bien, para hacer el ayuno intermitente antes hay que preparar el cuerpo para no pasar hambre. Esto se hace gracias a dos acciones:

  1. Hidratarse
  2. Tomar suplementos de magnesio y de potasio

El hígado almacena glucógeno, que es glucosa deshidratada, como reserva de energía. Si no deseas pasar hambre durante el ayuno, es conveniente tener una buena reserva de glucógeno ya que es la primera fuente de energía que el cuerpo va a consumir antes de quemar la grasa (cetosis).

Pero, para formar el glucógeno, el hígado necesita tener suficiente magnesio y potasio ya que, de lo contrario, no se formará suficiente glucógeno y pasarás hambre durante el ayuno.

Cuando hayas quemado la reserva de glucógeno que tienes en el hígado, tu cuerpo pasará a quemar grasas y, durante esta fase, es cuando el acúmulo de grasa que rodea el hígado empezará a reducirse. Por eso, es importante el ayuno intermitente.

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